Qué esperar

Ven como eres, aquí eres bienvenid@.

No se juzga dónde has estado, lo que has hecho o dejado de hacer, o si has llegado a la vida o recorrido un camino exhaustivo sólo para descubrir que ha sido un viaje infructuoso. 

Es el Dios Trino quien nos acoge.

Por invitación de Dios, nos reunimos cada domingo en torno a la Mesa de la Comunión para dar testimonio del amor incondicional de Dios, de los brazos abiertos de Cristo y del consuelo permanente del Espíritu que sana y renueva toda la Creación.